El ajedrez y las excusas
Bien es
sabido por todos que frente a ridiculizantes derrotas en los diferentes juegos,
se recurre de forma habitual a las excusas, aunque si me permiten en el ajedrez
son incluso mas manoseadas, ¿Qúe sería de nosotros sin ellas?
Es curioso
ver lo que hemos luchado para poder
tener la libertad de decidir por nosotros mismos, y cuando hacemos ese uso, no
siempre tenemos la valentía de afirmar con determinación la autoría sino que
con ademanes furiosos insistimos sobre el causante de tal fatalidad, sin más
rodeos les invito a dar un vistazo sobre las excusas más interesantes que se
pueden ver en el panorama ajedrecístico.
Podemos ver
personas con poca creatividad que utilizan excusas muy típicas cuando apenas se
tienen segundos para inventar una en condiciones, como por ejemplo: “¡Qué
suerte tuviste! Como si hubiera una conspiración divina en contra del
desafortunado.
Los hay
mejor entrenados y cuando no dan crédito a la paliza recibida y atisban las
primeras risitas de los espectadores exclaman que estan siendo esperados y debido
a las prisas no había forma de pensar mientras se ausentan del lugar con ávida
energía.
Encontramos
algunos maniáticos que acusan a las piezas de ser las causantes de sus fracasos
por lo que corren a por unas nuevas con las que jugar.
Ciertos
casos estan siendo investigados por Expediente
X, determinados sujetos afirman no saber por qué su mano se alargó procedió
a flexionar sus dedos para cogerla y trasladarla a otra ubicación.
Corren
ciertos rumores de que algunos humillados afirmaron tras la derrota dejarse
ganar por ser amigo del verdugo, cualquier otro resultado habría sido una falta
de respeto hacia este último.
¿Quién no
conoce algún amnésico? Todo el mundo sabe de alguien que afirma rotundamente no
haber jugado nunca la partida en la que se le nombra. Verán como el sujeto se
encogerá de hombros y con cara de despistado logrará desviar su atención.
Qué me
dicen de los masocas que sostienen frases como “Lo vi, pero la puse”.
Seguro que
habran escuchado individuos que perdieron por su falta de sueño, o que como tenían mucho apetito no pudieron
pensar.
Cuando la
excusa sabe a poco, las ofensas a mujer y demás familia siempre es bien
avenida, incluso será saboreada con mayor placer si están presentes en la sala
los miembros citados.
Pero las
excusas en internet siempre son más fáciles, podemos argumentar que la familia
nos estaba molestando, que con tanto ruido por las obras del vecino es
imposible pensar, que los niños no le dan respiro, que las necesidades vitales
como le obligaron a dirigirse al WC.
¿A quién no
le han escrito “Perdón, el telef...” cuando acabamos de sacar el rey oponente a
bailar por el tablero?
Algunos
carentes de vergüenza cuando son objeto de ataques y terminan con posiciones
embarazosas no dudan en aducir razones del tipo “Me llaman para comer” cuando
no son mas que las 12:00 del medio día.
Aunque si
se da el caso de ser protagonista de una secuencia de jugadas sofocantes que
tiene como colofón un mate en 13, este autor aconseja abandonar el nick y
volver al mes siguiente con una nueva identidad para evitar posibles mofas el
resto de nuestra existencia.
Por último,
si saben buscar, no garantizo nada, podrán encontrar gente que lo felicitarà
por la partida y le invitará a iniciar una nueva, repito, no garantizo nada.
http://www.thechessworld.com/learn-chess/9-training-techniques/435-3-excuses-that-prevent-us-from-becoming-stronger-chess-players
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